CIRUGÍA ESTÉTICA GENITAL DE LA MUJER

Reducción de labios menores, trasplante de pelo, lipoimplante de labios mayores y pubis.

El rejuvenecimiento de los genitales externos femeninos se puede conseguir mediante varias técnicas:

  • Puede realizarse una reducción de labios menores cuando estos son excesivamente grandes o con forma anómala. Unos labios menores excesivamente grandes pueden ser causa de molestias y relaciones sexuales problemáticas.
  • Mediante la realización de un lipoimplante (rellenos de grasa) en los labios mayores y pubis para aumentar la turgencia de esta área anatómica.

Todas ellas son intervenciones sencillas que se realizan con anestesia local y no necesitan ingreso en hospital.

¿Qué es la cirugía estética genital?

La cirugía estética genital puede mejorar tu apariencia y autoestima, pero no necesariamente cambiará la apreciación que los demás tengan de ti. Antes de decidirte por esta cirugía piensa cuidadosamente cuáles son tus expectativas y discútelas con Jaime Antonio García.

En ocasiones los signos de envejecimiento prematuro se presentan también en “otras” localizaciones aparte de las clásicas arrugas de la cara y cuello. La escasez o incluso la ausencia del vello púbico femenino o la pérdida de tersura y volumen en el pubis o labios mayores, pueden provocar sentimientos de vergüenza o pudor en algunas mujeres e incluso falta de confianza con su propia pareja. Otras veces unos labios menores excesivamente grandes pueden producir dificultades en las relaciones sexuales.

¿Cuándo está indicada esta cirugía?

Estas operaciones pueden realizarse de forma aislada o junto a otros procedimientos de cirugía estética como la lipoescultura, abdominoplastia, lipoimplante, etc. De hecho, tratamientos como la liposucción del pubis o la abdominoplastia son excelentes aliados en el rejuvenecimiento de los genitales femeninos. Los mejores candidatos para este tipo de intervenciones son aquellas personas con discretas o llamativas alteraciones estéticas o morfológicas que buscan una mejoría, no la perfección, en su aspecto. Este tipo de intervenciones pueden mejorar tu aspecto y  autoestima pero no necesariamente tienen que mejorar tus relaciones sexuales o conseguir tu ideal de belleza.

¿Cuándo está contraindicada?

Este tipo de intervenciones nunca deben ser realizadas en mujeres que presentan alguna infección activa en su cuerpo, en mujeres con presencia de lesiones malignas o premalignas, en mujeres con alteraciones de la coagulación de la sangre o en la cicatrización de los tejidos, en mujeres con debilidad en el sistema inmune o en mujeres que están o pudieran estar embarazadas. Cualquier paciente con una enfermedad mental en tratamiento debería esperar a la estabilización o resolución de su estado. Algunas de estas circunstancias suponen una contraindicación temporal, otras suponen una contraindicación absoluta.

Estabilidad

ante este tipo de intervenciones

La condición principal para someterse a estas operaciones es encontrarse con un grado de salud aceptable y psicológicamente estable para entender cómo se realizan y qué grado de mejoría se puede obtener.

Tipos de intervenciones

La cirugía estética de la región genital externa incluye tratamientos que actúan sobre los labios menores, labios mayores, clítoris y región púbica. El himen y vagina son susceptibles de tratamiento quirúrgico pero no se abordan aquí.

• Las labioplastias tratan de los labios menores y/o mayores • Las clitoroplastias tratan problemas del clítoris o del capuchón que lo recubre • En la región púbica pueden realizarse liposucciones, dermolipectomías o trasplantes de pelo.

En ocasiones los labios menores (aquellos que rodean el orificio de la vagina) pueden ser de un tamaño superior al normal plegándose sobre sí mismos, dificultando en muchas ocasiones las relaciones sexuales o incluso marcándose a través de la ropa. Los labios menores pueden reducirse a un tamaño funcional y estéticamente más normal que no resulte problemático ni molesto y sin que pierdan su función protectora o su sensibilidad. Formando parte de la unidad estética de los labios menores se encuentra el capuchón del clítoris. Esta área de piel que recubre el clítoris puede tener también un tamaño mayor del adecuado protruyendo hacia el exterior modo de pene. En ocasiones el capuchón y el propio clítoris se encuentran descendidos por debajo de su lugar ideal. Estas circunstancias descritas pueden, e incluso deben, ser corregidas si se detectan para poder conseguir un resultado adecuado. La operación se realiza bajo anestesia local con sedación, dura unos 45 a 60 minutos y no necesita ingreso en hospital.
Existen varias técnicas para realizar la reducción, cuya elección se deberá basar en el tamaño y forma de los labios menores así como en el tamaño de los labios mayores (ver apartado anterior). Una vez anestesiada la zona bajo sedación, se procede a extirpar minuciosamente el exceso de tejido labial dejando un tamaño y una forma estética y funcionalmente adecuadas. Nunca debe dejarse unos labios menores excesivamente pequeños ya que puede llegar a perderse la capacidad de lubricación a la entrada de la vagina. Según el tipo de labio el cierre se realiza minuciosamente con suturas muy finas que no necesitan retirarse.

De forma habitual no todos los labios menores son iguales, por lo que, idealmente, se debe aplicar la técnica adecuada a cada paciente. Incluso hay ocasiones de grandes asimetrías entre los dos labios del mismo paciente. Si el capuchón del clítoris necesitase algún tratamiento, éste se realiza simultáneamente a la labioplastia. Normalmente esta área deberá elevarse a su posición adecuada y eliminar el tejido redundante. El cuidado deberá ser exquisito en su realización ya que el clítoris no debe quedar suficientemente expuesto como para producir molestias o sensaciones desagradables. Si la región del clítoris no se trata cuando es necesario se corre el riesgo de acentuar su aspecto caído o abultado.
El postoperatorio cursará con leves molestias o escozor durante las primeras 48 horas, debiendo llevar ropa holgada para reducirlas al mínimo. La inflamación suele ser llamativa y acompañada de alguna moradura, pero se normaliza en unos cuatro o cinco días. El reposo y la higiene son fundamentales y constituyen las principales armas en las curas postoperatorias. Con una evolución adecuada la inflamación desaparecerá en unos quince días, pudiendo entonces reanudar, con el debido cuidado, sus relaciones sexuales.
El aspecto final no lo apreciará hasta que hayan pasado un mínimo de 3 meses. Durante este periodo terminará de producirse la desinflamación y puede existir alguna reducción en la sensibilidad que finalmente se normalizará. Las cicatrices pueden ser prácticamente indetectables.

Mediante esta técnica se puede rellenar un pubis o labios mayores finos, que han perdido turgencia o que se presentan avejentados. De forma natural en estas zonas hay grasa, por lo que no existirá ningún inconveniente anatómico en injertarla. El lipoimplante es un complemento muy aconsejable en casos en los que se va a realizar una reducción de labios menores (labioplastia) presentando la paciente unos labios mayores relativamente finos. De esta manera se contrarrestan los tamaños finales y el resultado es mucho más natural evitándose simultáneamente la extirpación excesiva de labio menor. Teniendo en cuenta que los labios menores no deben ser «amputados» o reducidos excesivamente como para que se escondan tras los mayores, el relleno se convierte en un aliado, a veces, imprescindible.

Se realizará una pequeña aspiración de grasa del área anatómica elegida, ésta suele ser la cara interna de los muslos o el abdomen. La grasa una vez purificada y procesada, se inyecta en las zonas de pubis o labios mayores que lo necesiten. Suele realizarse con la misma anestesia local y sedación que la labioplastia y no precisa ingreso en hospital.

Durante aproximadamente dos o tres semanas puede haber inflamación y puede palparse el implante de grasa. Pasadas de cuatro a seis semanas el tamaño suele ser ya el definitivo y la grasa se habrá integrado totalmente teniendo un tacto y un aspecto totalmente naturales.

Con el trasplante de unidades foliculares se trata de repoblar el vello perdido en el pubis. Normalmente al pelo donante es necesario extraerlo de la zona baja de la nuca lo que supone que su crecimiento en el pubis va a ser mayor que el original necesitando, por tanto, cortes periódicos. Sólo se trasplantan unidades de uno a tres pelos, por lo que el resultado final es estéticamente muy aceptable. Si la falta de vello es muy acusada será necesario realizar dos sesiones espaciadas unos tres o cuatro meses.

Una vez preparados los microinjertos se procede a su distribución según el patrón femenino realizando incisiones de uno a dos milímetros. Al terminar la operación, que se realiza con anestesia local, se coloca un vendaje protector y el paciente es dado de alta. El crecimiento del pelo trasplantado suele demorarse de unas 8 a 14 semanas. Se trata de un pelo definitivo que ya no volverá a caer. De acuerdo con el grado de calvicie puede que sean necesarias más de una sesión de trasplante.

Los mejores candidatos

para estas intervenciones

Los mejores candidatos para este tipo de intervenciones son aquellas personas con discretas o llamativas alteraciones estéticas o morfológicas que buscan una mejoría, no la perfección, en su aspecto.

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